Ir al contenido principal

Maldad

-¿Ayla?-repitió Crowley- ¿Te llamas Ayla?-la joven idéntica a Ayden Winchester asintió con la cabeza mientras se terminaba de maquillar y recorría la habitación inspeccionando los objetos mágicos de Rowena- ¿Quién te puso ese nombre?

-Mi padre.

-¿Tu padre? ¿Te refieres a John Winchester?-continuó interrogando el otro

-No, mi padre no es John Winchester, es el padre de Ayden, pero no el mio...

-Entonces... ¿quién es tu padre?

-El que me creó.- Ayla se sirvió una copa de licor y bebió sin ni siquiera mirar a los ojos a ninguno de sus dos anfitriones, luego continuó cotilleando los objetos de la bruja- Castiel.- pronunció ese nombre con un golpe seco de voz, fríamente.

-¿el ángel te creó? ¿cómo?

-No lo se, simplemente nací. No existía y de repente existí. Castiel me dio un nombre y una misión, me dijo que cuidara de Ayden y que no dejara entrar a nadie. Querían hacerle daño, yo estaba allí para impedirlo.

-Tú eres la protección del vínculo- concluyó Rowena- el ángel te creó para defender a Ayden, por eso no podía penetrar en el hechizo, tu no me dejabas.

-Si, era yo. Castiel me dijo que solo lo dejara entrar a él, aunque no llegué a comprender del todo mi misión.

-¿Qué quieres decir?-preguntó Crowley

-Castiel me creó para que Ayden no sufriera, pero él le hacía daño. Le causó mucho dolor. Pero él me había creado, debía obedecerlo...

-¿Sabes lo que piensa Ayden?-preguntó Rowena.

Ayla asintió:

-Es una buena chica, no se merece haber sufrido tanto. Las muertes pesan mucho sobre ella, todas las personas que ella ha amado han fallecido. A Castiel no parece importarle, creo que no se da cuenta lo mucho que le quiere Ayden, solo le importa su poder, beneficiarse de su gracia...

-¿Y eso no está bien, verdad?- preguntó Rowena sarcástica, ante la atónita mirada de Crowley, que empezaba a sospechar que su madre planeaba algo. Ayla la miró de reojo y se acercó a la bruja.- Te crearon para proteger a Ayden, pero ahora eres libre, puedes hacer lo que te plazca...

-Mi deber es proteger a Ayden, por eso me crearon...

-¿Protegerla de qué?

-De los que quieren hacerle daño...

Rowena y Ayla se encararon. Justo en ese momento en la que Crowley la tuvo tan cerca, pudo percatarse de que las chicas no eran idénticas, Ayden tenía los ojos verdes, mientras que Ayla los tenía anaranjados, como el fuego.

-¿Y quién ha hecho más daño a Ayden pero no has podido detener porque te tenía presa?

Crowley apretó los puños. Ya había descubierto el plan de Rowena.

-Madre...

Rowena le mandó a callar con la mirada.

-¿Quién Ayla? ¿Quién ha causado tanto dolor y sufrimiento a Ayden? ¿Quién?

*     *     *

Dean (Ackles) y Sam (Padalecki)
se enfrentan a un ser creado
con pura maldad
Castiel examinó el alma de Ayden, dejándola exhausta y muy dolorida. Introducir su mano en el interior de las personas para tocar su energía interior no era algo que le entusiasmase hacer al ángel, pero era necesario para poder ver que había tocado Rowena del complejo hechizo que él mismo había construido en el interior de la joven. Cerró los ojos con fuerza al escuchar a Ayden gritar de dolor. LA chica desfalleció cuando Cas terminó y Dean la recogió en brazos.

-¿Ha roto muchas cosas?-preguntó Sam al comprobar que su hermana estaba bien.

-El vínculo está intacto. Pero ella ya no está.

-¿Ella?-preguntó Dean sorprendido

-Ayla.

-¿Quién diablos es Ayla?

-Ayla es un ser hecho de la maldad más pura, de odio, de ira...

-Cas, en cristiano- le interrumpió de nuevo el primogénito de los Winchester

- Cuando vi el poder que había en el interior de Ayden, creé un ser, un ser hecho a partir de la energía más poderosa que existe en el mundo: el mal. Ayla fue creada con la maldad que había en el interior del alma de Ayden, con sus miedos y sus ansias de vengaza, su ira...

-Pero Ayden no es una mala persona...- dijo Sam

-En toda alma hay algo de maldad, Sam. Es el equilibrio.

-Como en el Yin y el Yang.- afirmó el otro.

-¿Un momento, creaste un ser a partir de la maldad de mi hermanita pequeña?-dijo Dean furioso

-¡Lo hice para protegerla!-gritó Cas- Pero se me fue de las manos, Ayla era mucho más poderosa de lo que me imaginaba, y tuve que crear una segunda barrera para evitar que causara daños fuera de Ayden...

Castiel se acercó a la joven y acarició el collar que él le había regalado. Ayden agarró su mano.

-Entonces esto no contiene la Gracia de Gabriel. Contiene a Ayla.- concluyó Ayden.

-Lo siento mucho.- se disculpó él- Solo quería protegerte.

Ayden no dijo nada. Simplemente continuó agarrando sus manos y le miró a los ojos. Su mirada decía que no estaba enfadada, que le perdonaba. Aunque Castiel continuase sintiéndose culpable.

-Y ahora que Rowena ha liberado a Ayla. ¿qué puede suceder?-preguntó Sam

Castiel miró a Sam, preocupado.

-Ayla conoce el lado más oscuro de Ayden, podría utilizar esa información en nuestra contra. Pero por otro lado, no sabe pensar por si misma, necesita cumplir con su misión, que es protegerla a ella, así lo dispuse...

-Así que si su control cae en malas manos y cree que su misión es otra...- intentó comprender Sam

-Puede ser terrible.

Un estruendo interrumpió la charla de los Winchester y Castiel. Sam y el ángel cogieron sus armas y se colocaron en la primera linea de defensa, frente a las escaleras del bunker. Dean alzó a Ayden y la situó detrás de él, usando su cuerpo como escudo.
Quedaron expectantes unos segundos, de la puerta salía humo, la habían reventado de una patada. De repente, una figura comenzó a descender lentamente por las escalinatas, Sam y Dean no cabían en su asombro, Castiel sin embargo, miraba desafiante, blandiendo su espada. La joven descendió tranquilamente por las escaleras. Era igual que Ayden, pero vestía un elegante vestido negro, un collar de perlas y el cabello recogido en un sofisticado moño. Dean miró a Ayden y a Ayla sucesivamente, eran idénticas. él la cogió por el brazo, con fuerza no se lo podía creer.

-Castiel...- dijo Ayla- Me alegro de verte.

-Ayla- susurró el otro- Temo no poder decir lo mismo. ¿Qué haces aquí?

-Vengo a cumplir mi misión. La misión que me encomendaste, Castiel.

Ayla y Castiel se encararon, Dean hizo una señal a Sam, que se retiró lentamente y se colocó junto a sus hermanos, blandiendo su cuchillo mata demonios.

-Tu misión es proteger a Ayden, Ayla. Por eso existes.

-Y por eso estoy aquí.- Ayla alzó la mano y empujó a Castiel contra una de las mesas de la biblioteca, tumbando los muebles por el impacto- ¿Y quién ha hecho más daño a Ayden qué tú?

Ayla se acercó a Castiel, le cogió por el cuello y volvió a lanzarlo contra un muro.

-¡Cas!-gritó Ayden, abrazada a Dean
Castiel (Misha Collins)
se enfrenta a Ayla

-Yo jamás haría daño a Ayden.-protestó Cas, dolorido y con la sien sangrando mientras se levantaba. Castiel la golpeó con su espada, pero ella era demasiado fuerte y le detuvo agarrándole por la muñeca y obligándolo a soltar el arma.

-No es eso lo que ella cree...- susurró ante la mirada de dolor de Castiel.

-¡Basta!-gritó Ayden. La joven había tomado su espada y se encaraba a Ayla. la menor de los Winchester se acercó desafiante a su alter ego y se agachó para recoger a Cas del suelo.- Chicos.- Dean y Sam se acercaron y se llevaron al malherido Castiel.- Si debes protegerme, deja de hacerle daño. Le quiero.

-Pero el te lastima...

-Tienes que dejarlo estar, Ayla. Te lo suplico.

-No puedo permitirlo.

-Entonces, lo siento.

Ayden empuñó su espada contra Ayla y ésta la lanzó al suelo. Se pelearon arduamente, Ayden le realizó varios cortes, le rompió el vestido y le deshizo el moño del pelo, aún así Ayla ganaba, era más fuerte que Ayden, ella estaba muy débil. Estampó a la joven contra la pared y las mesas varias  veces, le rompió huesos y le causó heridas y cortes por todo el cuerpo. Dean hizo amago de intervenir, pero Castiel se lo impidió agarrándole del hombro.

-¡La va a matar!

Pero la mirada de Castiel decía que tenía un plan, algo que preocupó aún más al mayor de los hermanos.

Ayla propició una fuerte patada al bazo de Ayden, que yacía en el suelo, casi inconsciente y cubierta de sangre. Intentó en vano agarrar de nuevo su espada, pero Ayla se la quitó de las manos.

-Ayden, debo evitar que sufres, y si para eso tengo que matarte, lo haré...

Y cuando Ayla iba a clavar su espada en el pecho de la joven, Castiel colisionó contra ella, mientras Dean presionaba el sello que los enviaba lejos. Y ambos desaparecieron. Los hermanos corrieron hacia la joven, que yacía inconsciente en el suelo, su respiración era muy débil.

-¡Ayden! ¡Ayden!- gritó Dean sacudiéndola por los hombros sin obtener respuesta. Sam estaba a su lado, de pie, con temor a tocarla por hacerle todavía más daño.

-Vamos pequeña...- susurró.

Unos zapatos negros aparecieron al lado de los hermanos.

-Hola chicos.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Alaskan Bush Cluedo: ¿Quién disparó al oso?

Buen fin de semanas a todos y a todas. Sé que se está haciendo larga la espera de la segunda parte de Nueva York, pero os aseguro que valdrá la pena. Una pista, ¿Recordáis el primer capítulo de Tierra Mojada? Pues la cosa va por ahí... Y hablando de pistas, he querido dedicar unos "minutitos" esta semana a intentar despejar otra de las grandes incógnitas de la novela, y así, que la espera para Nueva York parte II se haga más corta: ¿Quién disparó al oso que atacó a Matt y salvó su vida y la de Ayla? He recopilado todas las posibles pistas que nos dejan caer: Ayla, Matt, Alba, Gabe, Bam... a lo largo de los últimos capítulos. ¿Seréis capaces de descubrir quién fue el heroico tirador? La respuesta la tendréis en: Cartas desde Browntown, el capítulo que seguirá a Nueva York, parte II. ¡No olvidéis dejar vuestra respuesta en los comentarios y compartir el post en Redes Sociales! Comencemos: Estos son los personajes principales que han habitado Browntown hasta el capítulo X

La voz detrás de ZETA . Capítulo I y Capítulo II

CAPÍTULO I: EXTRAÑOS EN UN BAR —Siento molestarte, ¿pero tú eres Zeta, verdad? ¿El cantante de Mägo de Oz? Saco el dedo con el que removía la copa de balón de ginebra y alzo la vista hacia los brillantes ojos que se están fijando en mí. Son verdes, redondos, enmarcando un rostro ovalado de pómulos altos, nariz pequeña, rasgos delicados y mejillas sonrojadas. Apenas queda gente en el bar. El concierto ha sido un fracaso, he dado lo peor de mí. Estoy mal, estoy roto por dentro, estoy hecho una puta mierda. Me entran escalofríos al recordar la mirada que me ha echado Txus al bajar del escenario. ¿Cuántos gin—tonics llevaré ya? ¿Tres? ¿Cuatro? ¿Qué hora es? ¡Joder, las tres! Y mañana temprano cogemos el avión de vuelta a Madrid. Los demás se han ido hace rato al hotel. Están decepcionados conmigo, enfadados, furiosos… ¿Cómo he podido hacer un concierto tan malo, apenas unos meses antes de la salida del nuevo disco? No es un buen momento para mí, y ellos lo saben, pero a Txus so

TIERRA MOJADA PARTE 3: Cap I: Siempre seremos cientos y tú.

Es primavera en Alaska y me levanto con la primera luz del alba, un fino rayo de sol se filtra entre las cortinas. Suspiro, exhausta ¿cuándo fue la última vez que dormí ocho horas seguidas? Creo que fue antes de quedarme embarazada, y de eso hace ya más de tres años… Me froto los ojos cansada, la habitación en penumbra, a los pies de la cama, duermen mis dos gatos, en forma de pelotas de pelo. Una mano áspera se posa sobre mis hombros, cojo aire y trago una bola de saliva amarga: - ¿Otra noche de insomnio? -me pregunta una voz aguda pero masculina. Me froto el cuello, cansada. Las caricias en el brazo son reconfortantes, y los besos en el hombro desnudo son suaves y agradables. -Siempre va a peor durante esta época del año. -Lo sé. -me da un tierno beso en la frente. Cierro los ojos saboreándolo con dulzura. Una vocecita me llama desde la otra habitación. Cansada, hago el esfuerzo de levantarme. -Ya voy yo. Tú duérmete un ratito más. -No, -respondo desorien